lunes, 9 de abril de 2012

Ballet Folklórico de Amalia Hernández. Orgullo mexicano.



México, haz de espigas, plata labrada.
México y mazorca.
México moreno, de feria, de calaveras, de dulce, manso, callado, bravio, incongruente, griten, alegre el México de las ruinas milenarias de las iglesias de oro y sombra de los jardines, de bugambilias y flores tropicales.
Este México de ayer y hoy de hermosos bailables y canciones que nacen de las ruinas erigidas entre las negras trenzas de las indias, gritos, llantos, silencios, cantos.
Expresión pura de nuestras rareces que se convierten en realidad a traves del sentimiento de una gran señora.


Amalia Hernández

fuente: http://www.balletamalia.com/frame1.html


Hace algunos meses, fue el cumpleaños de mi mamá. Quería darle un regalo muy especial y se me ocurrió llevarla a ver al Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández en el Palacio de Bellas Artes. Mi madre bailó algunos años en dicha compañía y supe que había elegido el regalo perfecto cuando ví correr sus lágrimas de emoción al mirar al ballet que fue su vida, en el teatro que tanto amó. 


A pesar de que este blog está dedicado al ballet clásico, me siento obligada a utilizar este medio para hablar un poco de las danzas de México. Me parece que todos los bailarines: clásicos, contemporáneos, jazzeros, etc; tenemos la obligación de conocer también las danzas de nuestro propio país, y aunque no las practiquemos profesionalmente ni sea nuestra especialidad, sí deberíamos promoverlas y ayudar a preservarlas. 

La danza está considerada como una de las principales y más básicas manifestaciones del espíritu artístico y cultural de los pueblos. El caso de México no es la excepción y, desde antes de la llegada de los españoles, una gran variedad de danzas formaba parte de los ritos de los pueblos que habitaban el territorio de lo que es actualmente la República Mexicana. En muchas ocasiones, los religiosos que evangelizaron estas tierras trataron de eliminarlas, por considerarlas paganas, pero en vista de la gran dificultad que esto representaba, por su gran arraigo entre la población indígena, prefirieron "adaptarlas", "cristianizarlas" y darles nuevos significados que ayudaron a su labor de evangelización. Las diversas razas indígenas de México modificaron de diversas maneras sus tradiciones dancísticas. Estas modificaciones fueron, con mucha frecuencia, más cosa de apariencia que verdaderamente fundamentales y parece indudable que, a pesar de las transformaciones que aun hoy día siguen teniendo lugar, el gran número del los pasos y movimientos que se ejecutan actualmente en las danzas tiene una antigüedad de hasta varios siglos. Muchos de ellos se remontan seguramente a tiempos precortesianos, al igual que algunas de las vestimentas que se utilizan durante su ejecución.



Sala Principal del Palacio de Bellas Artes

Al entrar al Palacio, pregunté a uno de los encargados de seguridad si estaba permitido tomar fotografías; me respondió que sí pero que por favor con discreción. Así que "discretamente" me di vuelo tomando fotos y videos que con mucho gusto comparto aquí con ustedes. No son de muy buena calidad porque mi cámara es un poco vieja y además estábamos en la sección "económica", pero me parece que están bastante decentes para que las puedan disfrutar.




Amalia Hernández Navarro fue una bailarina y coreógrafa mexicana, nacida en la Ciudad de México en 1917 y fallecida en la misma ciudad en noviembre de 2000. Fundó en 1952 el Ballet Folklórico de México que lleva su nombre y que es emblemático de nuestro arte dancístico, al expresar las diversas manifestaciones de los bailes populares de todas las épocas y de todas las regiones de México. Actualmente, la compañía es dirigida por Salvador López López.


A lo largo del extenso territorio que es México, las danzas tradicionales tienen muy diversa importancia según las regiones de que se trate. Hay sitios, como el istmo de Tehuantepec y la península de Yucatán, en donde las danzas rituales han desaparecido casi por completo, en tanto que es en la región central de la República donde las danzas continúan encontrándose con mayor frecuencia y variedad. Los indios totonacas de los estados de Puebla y Veracruz; los nahuas, de estos mismos estados, además de Guerrero; y los huastecos de San Luis Potosí, Hidalgo y, otra vez Veracruz, se cuentan entre los grupos indígenas que conceden mayor preponderancia a las danzas tradicionales. En lo que respecta al norte, los indígenas que siguen practicando danzas antiguas son los huicholes, los coras y los yaquis, que viven en la costa noroccidental de México, quienes parecen no tener influencia española; ejemplos son la Danza del Venado y la llamada Pascolas.

Danza de los Matlachines
Un espectáculo hermoso, todo con música en vivo, que comenzó con la Danza de los Matlachines. Los danzantes Matlachines se colocan siempre en dos filas paralelas; los de la derecha portando en la mano una sonaja de guaje azul y los de la izquierda con sonaja roja. El director del grupo, llamado Monarca o Monaba, se coloca a la cabeza entre las dos filas de danzantes para que imiten sus pasos. Las danzas consisten en una serie no muy variada de pasos cortos y breves, estampando todo el pie en el suelo, sin levantarlo mucho, al tiempo que describen figuras coreográficas muy diversas que son ejecutadas al tiempo que los danzantes van sacudiendo su sonaja al ritmo de la danza.

Uno de los momentos mas alegres fue la interpretación de las danzas del estado de Guerrero. Las famosas "amarillas" donde el pañuelo se mueve con maestría al ritmo de la música. 



El programa continuó con las danzas de la Revolución, con sus famosos corridos como el de "adelita", "la cucaracha", etc. La Revolución de 1910, fue la causa de grandes cambios sociales y produjo la integración real de la nacionalidad mexicana. Adelita, fue una legendaria mujer que participó en la Revolución. Hay quien sostiene que su nombre real era Altagracia Martínez, perteneciente a la clase alta en la Ciudad de México. Simpatizante de la Revolución se une a la misma, siendo bautizada con el nombre de "Adelita" por el general Francisco "Pancho" Villa y el general Rodolfo Fierro. Sin embargo, actualmente el término "Adelita" se usa para referirse a todas aquellas mujeres "soldado" que participaron en dicho movimiento armado.



Definitivamente "El carnaval de Veracruz" fue el cuadro favorito del público. 
En esta región además de sus danzas se baila el huapango que es un género musical y dancístico denominado también "Son Huasteco", el cual surge en la época colonial; de influencia española pero con una expresión propia de los sectores mestizo e indígena. Una expresión que sobre el huapango emite Patricia del Carmen Florencia Pulido en su Crónica Histórica del Huapango Huasteco Veracruzano es: "El Huapango es el producto de un sentimiento que se manifiesta bajo acordes musicales, trovos y retumbar de las tarimas por un taconeo suave y armonioso que simbolizan a nuestra raza Huasteca".  

La tradicional danza del Venado, una danza ritual celebrada por los indígenas yaquis y mayos de los estados mexicanos de Sinaloa y Sonora. Esta danza es una dramatización de la cacería del venado, héroe cultural de estos pueblos, por parte de los paskolas (cazadores). La danza es ejecutada por un indígena yaqui al cual sus padres han destinado desde la infancia para ese fin. A el niño se le educa desde un principio para que actúe siempre como si fuera un venado e incluso se le da una alimentación especial para que desarrolle un cuerpo esbelto y ágil que le permita imitar mejor los movimientos de este animal. El venado es un cúmulo de cualidades que tienen armonía en su conjunto, la realidad, la verdad y la belleza; ser danzante-venado es el ideal del indio yaqui.


Y para cerrar con broche de oro, no podía faltar Jalisco. Con una espectacular entrada del mariachi; danzas como la Culebra, el Jarabe Tapatío y por supuesto, el son de La Negra, ese que nos pone la piel chinita, que nos arranca lágrimas de emoción y nos hace gritar ¡Viva México!






"Hoy he querido hablar sobre México. Es imposible quedarse callado cuando observas esta realidad en que vivimos. Ya no sólo en la televisión, sino en nuestras calles, nuestras escuelas, nuestro barrio. Vivimos momentos muy difíciles; de violencia, de muerte, de crimen, de intolerancia, de inseguridad, de miedo, de corrupción, de impunidad. Palabras todas que se han convertido en nuestro día a día, en lo cotidiano. Se nos ha olvidado lo que somos, lo que fuimos. Dónde quedaron aquellos ecos sonoros de Unión y Libertad, donde quedaron los soldados que, en cada hijo, el cielo nos dió, donde quedó el México que inspirara los versos de Gonzalez Bocanegra, esos que todos aprendimos a cantar de memoria desde niños. Recordemos pues, mexicanos, quienes somos! Y qué mejor manera de hacerlo que con nuestra danza; al son del mariachi, con las jaranas y los huapangos, con el colorido de nuestro pueblo, sus rebozos y sus trenzas, la fiesta, la alegría. Danza pues, mexicano, y conoce así el camino de la vida!"


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